7.10 am sonó mi campana
Como cenicienta corrí de la cama para volver a la realidad,
dejando atras el sueño mágico,
los encantamientos de un hada madrina que no existe
aunque alguien me regalo una noche mas.
Salté de tus brazos para no mojar tu cuerpo con mis lágrimas ahogadas
(perdón ya no podia contenerlas),
para no anidarme a tu colchón como lo deseaba,
ni hacer de la despedida una despedida.
Esto no es un cuento,
no deje una zapatilla escondida bajo tu cama,
ni suplicas de amor
aunque seas el hombre del cual podria enamorarme
te inmovilizará el pensamiento a la hora de buscarme por el reino.
No soy un personaje inocente,
vivo a menudo de la picardia y la ventaja de ganarte en un roce inesperado,
y me voy con el recuerdo a cuestas de tus labios expuestos, tus ojos cambiantes,
mi mano atrevida en tu sexo y tu risa... siempre nuestra risa.
7.30 am nos declare raros,
convertidos en victimas del destiempo y aun latiendo al unisono.
No seamos dramaticos,
aun estamos cerca, quizas demasiado
tanto que asusta,
tanto que aun no se despegan nuestras bocas.
con algo de ilusion llego al final del dia eligiendo esta realidad extraña
tomando aire a bocanadas,
confiando mas en lo que me dicen tus ojos
y fluyendo...
fluyendo quien sabe a que lugar.