martes, 13 de octubre de 2009

Aeropuertos que nos cierran sus ojos...

Si hubiera un trato igualitario quizas la falta de memoria no doleria tanto... pero el problema se esta extendiendo aun mas alla... ya no es el simple miedo de que un Argentino o sudaca se quede habitando la madre patria... he escuchado de casos en los cuales ya nos limitan hasta como turistas... he conocido el caso de una familia que se perdio todo el casamiento de su hijo y hermano por no brindarles el gobierno español una entrada digna... u otros casos en los cuales uno planea sus vacaciones de una forma teniendo casas en donde parar y carta de invitacion pero aun asi... debiendo limitarse a un mes de estadia porq mas no los dejan y a la vez contratando si o si un hotel porque caso contrario se presume en nuestra contra que nos queremos quedar alli... por eso digo... va mas alla de la memoria... en cierta forma a mi me llena de tristeza... uno de mis mayores anhelos en este momento es conocer esa tierra que tantas cosas me ha regalado y sobre todo conocer y reencontrarme con personas que tanto quiero y que no las tengo conmigo de este lado del charco... yo ya no se si estoy enojada con bronca o dolida... solo espero que todo esto llegue a una solucion pronto... no quiero oscurecer mis sueños por malos tratos y malas desiciones gubernamentales...

Les dejo la nota de Rodolfo Serrano que es lo que me hizo reaccionar en este post...


Sudacas
http://www.diarioabierto.es/noticia/4700
Rodolfo Serrano
Me hacen una entrevista para una radio argentina. Hablamos de Mercedes Sosa. Al final de la conversación, el periodista me pregunta mi opinión sobre el trato que se da en los aeropuertos españoles a los argentinos que vienen a España.
Conozco el tema. Algunos amigos han tenido la desgracia de encontrarse con serias trabas a su llegada a Barajas. Son gente que venía invitada por amigos españoles y que no traían lo que llaman “carta de invitación” o algo así.
Fueron amenazadas con devolverlas a Argentina, a pesar de que en el aeropuerto les esperaba el amigo español. Me han contado su angustia tras horas de viaje al encontrar un recibimiento que no esperaban. El maltrato por parte de la policía. Su humillación y decepción al ver cómo lo que ellos llaman “madre patria” les recibía con amenazas, como a “delincuentes”, me dicen.
No sé qué ley es la que se aplica ahora en los aeropuertos. He ido varias veces a Argentina. Nunca me han maltratado. He recibido un trato cordial y amable, una sonrisa y un “bienvenido”, en ese tono musical que tiene el acento de los argentinos. Me he sentido en casa. Querido y bien tratado.
A mi entrevistador, cuando me pregunta qué razones hay para el trato que se les da en los aeropuertos, les contesto que es el miedo y la ingratitud. Y pienso en los miles y miles de “gallegos” que fueron acogidos con los brazos abiertos, cuando el hambre y la miseria, y, después, las penurias y la represión de una guerra, les obligó a cruzar el mar.
Es frágil la memoria de España. Y egoísta. Ningún argentino se preguntó entonces a qué venían estos gallegos, estos vascos, estos españoles a su tierra. Les hicieron un hueco, les dejaron trabajar y vivir en un país generoso. Posiblemente sea el miedo de la crisis lo que agudiza esos controles. Ya no queremos “sudacas”. Queremos ahora esos trabajos que entonces despreciamos y que no deseábamos realizar.
Y sin embargo, les seguimos necesitando. Necesitamos su trabajo y su inteligencia. Su corazón hermano. En un mundo cada vez más globalizado, con más facilidad para la comunicación y el entendimiento, hacemos nuevas fronteras, exigimos más papeles. Ante la crisis no acudimos a la solidaridad. Nos enrocamos en el rechazo.
Y nuestro Gobierno sigue hablando de solidaridad y de justicia, nuestro presidente recorre el mundo mediando en conflictos internacionales., mientras aquí levantamos muros de papeles frente al ser humano que busca una nueva oportunidad. Nuestros gobernantes hablan en foros internacionales sobre el cambio climático, el hambre, la Humanidad y mientras, en los aeropuertos se les niega la entrada a ecuatorianos, peruanos, chilenos, argentinos, de cualquier país. Hijos todos de Europa, de España. Hermanos en la misma humanidad.
Yo no sé si el Gobierno argentino ha presentado alguna queja por ese trato que España da a los argentinos. Y seguro que en las leyes y reglamentos hay mil justificaciones para esta forma de actuar. No la hay desde el corazón del hombre.
Quiero recordar al argentino Juan Gelman en esos versos dirigidos a Luis Cerrnuda, un poeta español que encontró en otras tierras consuelo y acogida:

Gracias, compañero Cernuda,
gracias por recordamos la nobleza humana
en este tiempo de la despasión.
Gracias por recordarla con belleza,
como sol que entra en una casa vacía.
La llenás con la memoria de los sueños
y más, con sueños y horizontes
que pueden volver.

Que vuelva esa nobleza humana que recordaba nuestro Cernuda y nuestro Gelman. Y que vuelvan esos tiempos.

5 comentarios:

Rodolfo Serrano dijo...

Gracias por difundirlo. Hay que dar a conocer estas cosas.

Romano dijo...

Increible articulo de Rodolfo el cual expresa una triste realidad,,,

saludos

noe dijo...

Fer: gracias por difundir esta nota, del sr Serrano, que como siempre eriza la piel.

noe dijo...

Fer: gracias por difundir esta nota, del sr Serrano, que como siempre eriza la piel.

Ale dijo...

Y pensar que hay tanta gente que se le da por decir "afuera, en Europa, son países en serio" como si esto no entrara en esa supuesta seriedad. Siempre es mejor alentar al país ajeno, sobre todo cuando se desconoce cómo se vive en él, las cosas que pasan... siempre de afuera todo se ve mejor. Por suerte hay gente como Rodolfo que siendo español nos cuenta a los argentinos que la tan soñada realidad no es tal como la queremos ver.

Ojalá esos mismos sordos quisieran escuchar, pero ni siquiera eso intentan. Parece que la gente solo comprende las cosas cuando las vive en carne propia. Una triste realidad.

Pero que eso no nos desgaste, que no nos acalle, que no nos haga dejar de luchar.

Un beso, que arranques bien la semana.