martes, 20 de julio de 2010

Feliz dia Amigos!!!!


Ya lo dijo Galeano: “No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.”

Mis fuegos internos y externos son uds. Y ninguno es igual a otro.. todos son distintos y de todos aprendí, todos me abrieron sus vidas para compartirla conmigo… y me dejaron acompañarlos cada día. Ni hablar de la confianza que les tengo, se que puedo dejar en sus manos mis miedos mas íntimos, porque no los van a usar en mi contra… con ellos me ayudaran a seguir creciendo.
Me acerco a uds y se encienden mis ojos porque vivo por lo que me brindan, por lo que me regalan cada día, desde su cercanía, o lejanía, desde sus abrazos o sus palabras… Son parte de mi vida entera… llegan a ser parte de mis gestos, causa de mis sonrisas, testigos de mis silencios, reparadores de mis lagrimas, y sin duda son mis oídos, y mi voz… estoy totalmente determinada por Uds.… motivan el sentido de mis verdades y me iluminan día a día!!!...
Gracias a aquellas que siempre me rodearon
Que me dijeron mírate! Valórate! las q me abrazaron cuando llore, Las q me putearon cuando hable de mas, Las q me hicieron reír a mas no poder
Y escucharon mis conferencias monotemáticas sobre algún amor q no fue…
Me aconsejaron… me dieron refugio
Me dieron de comer, de beber…
Me obligaron a estudiar… Me llamaron para hablar
Yo no concibo mi vida ni mi pasado sin uds.
No las imagino lejos de mí porque tienen mi pasado y mi presente, porque me conocen como nadie… y les entrego mi futuro!

Gracias a aquellas otras que conocí buscándome… que para mirarme tenia que mirarlas… que me enseñaron y me empujaron a abrir mis alas… a ser quien soy hoy, porque me ven como nadie mas me ve y esa mirada me emociona me hace creer que es posible, me inspiran, me ayudan a crecer me incentivan y me acompañan en cada nuevo rumbo que se cruza incondicionalmente.
No hay palabras que ya no les haya dicho…

Gracias… a todos!!! saben lo mucho que significan para mi y lo mucho que los necesito, sin uds. Nada seria lo mismo… gracias por reconciliarme con el mundo…
Insisto… son mi mejor suerte!

Los quiero!!!!!!






martes, 13 de julio de 2010

“¡La imitación ha prostituido hasta a los alfileres de corbata!”

Mi abuela —que no era tuerta— me decía:
“Las mujeres cuestan demasiado trabajo o no valen la pena. ¡Puebla tu sueño con las que te gusten y serán tuyas mientras descansas!
“No te limpies los dientes, por lo menos, con los sexos usados. Rehuye, dentro de lo posible, las enfermedades venéreas, pero si alguna vez necesitas optar entre un premio a la virtud y la sífilis, no trepides un solo instante: ¡El mercurio es mucho menos pesado que la abstinencia!
“Cuando unas nalgas te sonrían, no se lo confíes ni a los gatos. Recuerda que nunca encontrarás un sitio mejor donde meter la lengua que tu propio bolsillo, y que vale más un sexo en la mano que cien volando.”
Pero a mi abuela le gustaba contradecirse, y después de pedirme que le buscase los anteojos que tenía sobre la frente, agregaba con voz de daguerrotipo:
“La vida —te lo digo por experiencia— es un largo embrutecimiento. Ya ves en el estado y en el estilo en que se encuentra tu pobre abuela. ¡Si no fuese por la esperanza de ver un poco mejor después de muerta!...
“La costumbre nos teje, diariamente, una telaraña en las pupilas. Poco a poco nos aprisiona la sintaxis, el diccionario, y aunque los mosquitos vuelen tocando la corneta, carecemos del coraje de llamarlos arcángeles. Cuando una tía nos lleva de visita, saludamos a todo el mundo, pero tenemos vergüenza de estrecharle la mano al señor gato, y más tarde, al sentir deseos de viajar, tomamos un boleto en una agencia de vapores, en vez de metamorfosear una silla en transatlántico.
“Por eso —aunque me creas completamente chocha— nunca me cansaré de repetirte que no debes renunciar ni a tu derecho de renunciar. El dolor de muelas, las estadísticas municipales, la utilización del aserrín, de la viruta y otros desperdicios, pueden proporcionarnos una satisfacción insospechada. Abre los brazos y no te niegues al clarinete, ni a las faltas de ortografía. Confecciónate una nueva virginidad cada cinco minutos y escucha estos consejos como si te los diera una moldura, pues aunque la experiencia sea una enfermedad que ofrece tan poco peligro de contagio, no debes exponerte a que te influencie ni tan siquiera tu propia sombra.
“¡La imitación ha prostituido hasta a los alfileres de corbata!”


Oliverio Girondo
Espantapájaros 14