sábado, 23 de junio de 2012

Nada Sirve


Desde mi frío lejano pesan en mis parpados la escarcha de una espera errada, y un dolor que no cesa.
Puedo atar mis manos, cegar mis ojos, callar mis suspiros, nada sirve.
Lo que siento sigue astillando toda idea de libertad o superación.
Ni el refugio en otra piel alcanza.
Fundo mi cuerpo motivada por la desesperación hiriente, pero el hambre al minuto siguiente anuda mi estomago, eriza mis huesos y las manos abiertas mientras escurren el agua… siguen vacías.
Nada tengo, aunque crea que alguna vez estuve en tus pupilas, aunque algo de mi te haya removido las entrañas o directamente se haya quedado en vos.
Deseo inocente!
La señal cada vez es mas clara, has cerrado hasta tu cama y no dejaras que sea yo quien te despierte de tu dulce letargo. 

No hay comentarios: