Lo sabes,
aunque tuviera mis pies cansados
caminaría hasta el grito de tus entrañas sin vacilar.
Al menos
una ventana de luz salva
y acerca mis oídos a tu pecho muerto,
deshecho.
Le susurro a las llagas de tu piel
ilusionada con la imposible misión de aliviarte,
llenándote de respuestas que no tengo,
que busco incesantemente,
para vos… para mi.
Te deje ésta noche
escondida en cada árbol desnudo
la melodía de mi sonrisa,
vigilando cada muerte de hoja,
para que sosiegue tus pensamientos
en tu paso a paso por esa furiosa ciudad.
Si tan solo mis manos no estuvieran atadas
te invitaría a volar por el país de Nunca Jamás.
Se comenta que allí las penas son puro aire…
Otro trago de levedad.
2 comentarios:
bellisimo amiga... como siempre me emocionas hasta lo mas hondo!!!
te quieroooooo
besos
Fer!
Lo más hermoso que he leído entre tus cosas. Q sigas drenando poesía por tu boca! o tus dedos sobre el teclado..
q lindo..Un beso! Ya nos veremos por ahí.
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